Jueves por la tarde, en algún lugar de las américas
Son las 3:37 de la tarde. Hoy a sido un día duro, muy duro.
El PepeBOFH ha estado todo el día in absentia en un centro lejano, pegando la tecla que dicen que les falta a los teclados de las $lusers mas recalcitrantes de la empresa. Y el CiscoMan continua en su linea habitual: en su despacho, con el teléfono sonando y sin descolgarlo. Igual le duelen las manos de frotárselas mientras se ríe demónicamente cada vez que me dice "no, este día no puedes tomarte vacaciones". Y a mi me duele la oreja de contestar incidencias.
Desconecto el teléfono de la pared ("uy!, un accidente .... MWAHAHAHAHAHAHAAH"), pillo un recipiente tronco-cónico de porexpán, una bolsita individual de café, dos palitos de plástico, un sobre de azúcar de Hawaii, la clásica tapa de plástico y me voy a la fuente de agua hirviendo.
Chsssssssssssssssss!
Tapo el recipiente, me aposento en el cubil y procedo al ritual del café (según detalla TFM): bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita, bajas la bolsita, subes la bolsita y la arrojas a la papelera.
Casi mejor hago un loop
for ($i=0;$i<9;$i++)>
fBajas("la bolsita");
fSubes("la bolsita");
}
fThrow("la bolsita","la papelera");
return("cafe");
Enefines.
Acerco a la Boca (no, la de Sauron no; la mía) el brebaje humeante, levemente cafeínico y que levemente recuerda al preciado oro negro. Conecto el cable del teléfono para llamar a la nenaBOFH y
Riiiiiiiiiiiiiiiiiing!
Riiiiiiiiiiiing!
Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!
- Puertas de Cirith Gorgor, dígame?
- "Pero esto que eeeeeeeessss? Que ésto no va"
Ante tamaña cantidad de información, no tuve otro remedio que ir a ver al $luser de turno. Y, como no, el $luser de turno trabaja en una oficina bien alejada de la central del curro.
Baja al parking (que frio hace, coño!), pilla la camioneta (versión trapera de El Camino, y sin La Rubia) y vete a la oficina de turno.
Como no, la calefacción no funciona, y el asiento de imitación-de-cuero está mas helado que un Infienno gestionado por Microsoft.
Salgo de la camioneta (pero que frío que hace!), entro a la oficina afectada, voy a preguntar por el $luser, pero me abstengo de hacerlo al oír allá al fondo "Pero esto que eeeeeeeessss?"
Me acerco y empiezo a comprobar el nivel 1. Como no, los LEDs de actividad y de link de la tarjeta de red están apagados. Desconecto el latiguillo, lo vuelvo a conectar... y mismamente lo mismo. Vayamos al otro lado del cable que está... está detrás de mesas, visores y demás parafernalia voluminosa.
Saco el zapa-pico, escalo una mesa, bajo por el otro lado, escondo la curva de la felicidad y encuentro el otro lado del cable de red. Con el conector RJ-45 colgando del zócalo. Lo empujo, vuelvo a esconder la curvita, escalo el escritorio, voy al inicio del cable y TACHAN! tenemos actividad.
Me dirijo al $luser y le proporciono un status report a su altura
- "Esto ya funciona"
- "Pero esto que eeeeeeeessss? Ah, que ya va. Que bueno eres, eh?"
Y va y me azota con una revista. GRRRRRRRRR!
Cariñosamente. De buen rollito. Todo lo que quieras. Pero tengo el café recién hecho, y sin catarlo, en el cubil. Y hace un frío del carajo. Lo mato.
Me piro sin mirarlo. Y sin matarlo. Todavía no han aceptado la enmienda a la constitución donde se pide el derecho a matar $lusers que tocan lo que no suena. Pero el día llegará.
Mientras me imagino escenas relajantes ($lusers cociéndose a la brasa, $luser entre un martillo de herrero y un yunque, $luser debajo de un piano de cola que cae) vuelvo a la camioneta, y, mientras me enfrío un poco más mis posaderas, llego al cubil, donde me encuentro con la peor parte del día:
El café se ha enfriado.
Y alguien lo pagará.
Como ya es muy tarde, ficho la salida del currele, pillo el coche, me voy al esteirbacs y me pillo un café con leche con el doble de cafeína.
- "Son 3 dolares" me suelta la nenita del esteirbacs
Total, que el que lo acaba pagando soy yo. Sisque.
Salut,
Sinner