En casa
Estaba yo trasteando con la plantilla del blog (es un peligro dejarme meter mano a esto, MWAHAHAHAHAHA) cuando tube una necesidad urgente:
Necesiaba mi dosis de chocolate puro. Es decir, con un contenido de cacao superior al 50% [*]
Armado de golafreria chocolatera, cual clasico Paquito Cancionero, levante mi inigualable air-bag posterior de la butaca y me dirigi raudo y veloz hacia la cocina.
Mmmmmm.
Que curioso! Hoy, por segunda vez, acabo de notar que el reloj de pared canta. Y canta con el clasico tic-tac, esa suave melodia que me trae recuerdos de diversos hogares, de casas de verdad.
Me acuerdo perfectamente del tic-tac del reloj metalizado de la cocina de casa de mis padres, del tic-tac del comedor de la maison de las teteras de los abuelos, del tic-tac de casa de la abuela, con su omnipresente calendario del banco. Me acuerdo de todos y cada uno de los canticos de esos relojes que marcan el tiempo y marcan ese lugar como algo mas. Marcan ese lugar como un hogar.
Parece que, por fin, el Pecador Aventurero ha encontrado su hogar. ?Sera verdad?
[*] curiosa ciencia la de la alimentacion, donde "pureza" significa un contenido del elemento primario de mas de un % arbitrario.
Salut,
Sinner
1 comentari:
Jejeje, todos nuestros abuelos tienen un reloj y colgado en esa misma alcallata el calendario que les regalan todos los años en el banco :)
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